Hace unos días me he cruzado con esta pintura y me ha llamado la atención su capacidad de comunicación visual. Claro, yo hablando de arte, sin ser nada de eso yo.
Quiero compartir contigo esta capacidad de comunicación y mi lectura, que quizás está equivocada, por supuesto. Ese juicio está en tus manos. Pero creo que el asunto es interesante.
Vamos allá.
Pierre Mignard fue un pintor francés del siglo XVII bastante reconocido, sus obras se exponen en el Louvre, tiene un fresco en Versalles y, según he leído, también hay una pintura suya expuesta en el Museo del Prado. Este cuadro en particular, Cronos corta las alas a cupido, lo pintó con 82 años, un año antes de su muerte. Y este dato me parece relevante para su interpretación, luego lo veremos.
“El amor lo vence todo, pero el tiempo vence al amor”.
En el cuadro podemos observar a Cronos, señor y dios del tiempo. Al que se identifica por las alas, la barba, el reloj de arena y la guadaña. Cronos está cortando las alas a Cupido (Eros), el dios del amor o del deseo amoroso. Que a su vez está representado por un niño con alas que porta un arco y un carcaj con flechas.
El significado de la pintura es que el tiempo mata al amor. Y a partir de este punto podríamos desarrollarlo, pero no es mi intención. Que cada cual lo reciba y digiera con su significado particular.
Hay pinturas posteriores que redundan y refuerzan esta idea de Cronos cortando las alas a Cupido, o el tiempo matando al amor. Sin embargo, hay otras lecturas.
Yo creo que esta obra tiene más matices en su comunicación. Quiero pensar que el viejo Pierre de 82 años era sereno y sabio, lo suficiente como para no quedarse en un mensaje tan abrupto, en una idea tan pesimista.
¿De verdad el tiempo mata al amor? Meh, no sé yo.
El niño rebelde y caprichoso.
Cupido es un niño rebelde y caprichoso, solo hay que mirarle la cara.
No está sufriendo, está contrariado. Le molesta que no le permitan seguir con sus tropelías.
Por otro lado, Cronos, se muestra sin ira. Parece más bien un sabio con un gesto benevolente. Su postura es firme pero desenfadada.
No estoy seguro de que sea un acto de violencia, sino más bien un acto de educación.
Analicemos más elementos:
Las flechas y el arco de Cupido están bien colocadas a un lado. En el suelo vemos plumas, aparentemente caídas una por una, sin sangre ni violencia. La guadaña en el suelo, descartada, no es la herramienta que utiliza, sino que en su mano porta más bien una especie de tijeras para esquilar ovejas.
Parece que le está quitando las plumas, que no es lo mismo que cortar las alas.
Hay diferencias, por ejemplo, con este cuadro posterior:
El tiempo no mata al amor, le pone los pies en la tierra.
Cupido representa al amor más idealizado que realista. El amor inocente, rebelde, enérgico y desenfrenado. Pero con el tiempo, ese amor se moldea, se educa y madura.
Poco a poco, el amor comprende que la realidad no siempre es ideal y por tanto deja de idealizarla. Por supuesto sigue teniendo alas, pero ya no son para volar.
El amor, cuando se educa, aprende a estar, con calma, en el lugar y la forma que perduran en el tiempo.
Qué fantasía de pintura, Pierre.