Todos tenemos una historia que contar.
Y el storytelling nos engancha porque nos hace sentir cosas. Nos lleva a momentos de un pasado que nos remueven, y nos permite proyectarnos en el futuro.
Hace que empaticemos. Que nos sintamos parte de una comunidad con la que nos identificamos.
Enciende nuestra creatividad; una buena historia deja volar nuestra imaginación.
Y en el marketing nos abre un mundo de posibilidades infinito. Capta nuestra atención como buenos curiosos que somos.
Las historias son fáciles de recordar y además nos diferencian de la competencia porque ninguna historia es igual a otra.
Es un ejercicio de creatividad que, bien construido, no entiende de límites.
El storytelling es una manera de conectar con tu público objetivo de la manera más natural posible.
Como dice Gabrielle Policella “Los seres humanos hemos estado contando historias desde siempre. Los padres contamos historias para que nuestros hijos duerman por las noches, los entrenadores cuentan historias para motivarnos a ganar, y entre amigos contamos historias sólo para hacernos felices. ¿Por qué? Porque la gente recuerda las historias mejor que la mayoría de las cosas. Las historias te hacen sentir algo y te permiten involucrarte emocionalmente con los personajes”.
Una historia bien narrada crea esa emoción positiva que conecta, que nos motiva a tomar partido o a llevar a cabo una acción determinada.
Cuanto más nos identifiquemos con la historia, más hondo nos cala.
Una historia de misterio, recuerdos de infancia. Historias que te hagan viajar en el tiempo.
Anuncios (Nike) que refuerzan la confianza en nosotros mismos y nuestra capacidad de trabajar duro por nuestros sueños hasta conseguirlos. Que te animan a enfocarte en tus pasiones e ir a por ellas.
Historias de personas “ordinarias” haciendo cosas extraordinarias, que generan cambios positivos en sus comunidades.
¿Qué fuerza puede tener un relato así? El storytelling puede sacar lo mejor de nosotros.
Trata de identificar los elementos necesarios para implicarte en la historia. Y emocionarte.
En palabras de Guillaume Lamarre, en su libro “Storytelling como estrategia de comunicación”
Puedes escribir una buena historia teniendo en cuenta que:
- Las historias necesitan un conflicto: Que alguien quiera algo y no pueda conseguirlo así como así. Asegúrate de poner algún obstáculo en el camino de tus personajes.
- Puedes crear expectativas subjetivas que confronten la realidad “objetiva” (tengo una visión determinada de mi mundo aunque la realidad es muy distinta).
- Es importante plantear la historia en una situación concreta (el momento en el que te encuentras ahora, por ejemplo) – Una explosión o algo potente que vaya a transformarnos – y mostrar esa transformación o nueva realidad.
- No fallarás si retrasas todo lo que puedas la resolución de la historia. ¡Mantén la intriga hasta el final!
El drama triunfa así que haz que tu historia sea dramática. ¿Cómo? Exagerando las cosas, haciendo por ejemplo que tu personaje sienta que su vida cambiará para siempre si por alguna razón pierde el tren.
Por muy absurdo que parezca, en el mundo interior del personaje será algo realmente dramático.
Atrevámonos a contar más historias. El storytelling nos dará tantas posibilidades como queramos.